Una gota de café… Me encontraba mirando televisión… esas tardes grises, víspera de madrugada lluviosa y tormentosa, estaba solo, completamente solo, y tocaron timbre. La esperaba, sabía que vendría puesto que: Necesitábamos discutir algunos puntos sobre la última entrevista. Llegó con una carpeta color azul…, los jeans, camisa clara, el pelo revuelto, largo, negro como azabache, sedoso, sí…, muy sedoso, al cerrar los ojos puedo recordar la suavidad del mismo y el aroma, aroma a la peor de las invitaciones, pero guardé silencio invitándola a pasar… Subió cada peldaño, escaló delante de mí y me rehusé a mirar sus piernas, tan solo seguí detrás hasta llegar al living, la invité…

Noche calurosa, madrugada infernal… amanecer sin pausas y locuras sin retorno… cielo despejado y tormenta en la alcoba… Truenos de pasión, rayos quebrantando los deseos, centellas dibujando siluetas en medio de la oscuridad, inundación sin límite, humedad sobrepasando lo normal y la temperatura ambiente derritiendo las pieles, cuales desesperadas ante el tumulto de sensaciones, van en busca de ese escape llamado orgasmo… Para explotar en lo más alto, en la cúspide de lo irracional, al vértice de dos cielos, y donde las miradas despiden dardos de fuego, tan solo para permanecer en el silencio del placer… Sí, tan solo para gritar en medio de la nada y al oído… Te…

Entre mis dedos bailotea un deseo y entre tus labios se sostiene un credo… Maldición o bendición de una entrega esperada, de una madrugada postergada y el silencio sonriendo ante una afirmación tardada… La tibieza recorre tus pechos, el fuego se posó en tu mirada, un volcán aguarda la concupiscencia de momentos indiscretos, mientras duerme tranquilo en el atardecer de tu cuerpo, tus manos me desean, tu espalda provoca la redención de mi boca, tu pelo desafía mis ansias y tus piernas aprisionan un anhelo… Mis sentidos se reencuentran con tus besos, mi delirio camina tus entrañas, mis caprichos van sintiéndose presos, mi pasión descubre tus hazañas. La danza del…

Cuando digo… Que voy a hacerte el amor de una manera perversa, no me refiero a la brutalidad de una palabra mal interpretada, sino a todo el caudal que fluye de una pasión reencontrada, donde los barrotes de aquella cama aguardan para ser testigos de un encuentro infernal… Cuando digo… Vas a sentirme entero, no me refiero a mi intimidad enervada, sino…, a la fragancia de una realidad soñada… Cuando digo… Voy a beber hasta la última gota de tu placer… no me refiero a que quedes a mi merced, sino…, a tus exigencias complacer… Cuando digo… Tu boca es mi perdición… no me refiero al sexo en toda su…

Te voy a amar como nadie te amó, pero no pienses bien, no te amaré mejor que otros, tampoco te entenderé como lo hicieron otros, mucho menos te diré a todo que sí, como a los locos, quizá algún día no te corra la silla en el restaurante y pierda la etiqueta de caballero elegante y formal, a lo mejor una mañana te enojes conmigo porque me desperté malhumorado, distante y frío, tal vez te pongas loca cuando prenda un cigarrillo en nuestra alcoba, o de plano, te enfades porque mis ojos a otras piernas miraron. Alguna madrugada te despertarán las teclas de mi piano, y pelearás conmigo porque dejé…

Tengo defectos… Mentí, oculté, fui malo, hice de todo un poco y de cada cosa aprendí, o al menos eso intenté, intento y seguiré intentando… Fracasé, me caí, me equivoqué, subí cuando debería haber bajado, bajé cuando debería haber subido, me metí en contra mano en las rutas de la vida, conduje a alta velocidad, rompí un vidrio por culpa de una piedra que tiré apropósito, estuve sin bañarme por una semana, tiré la colilla del cigarrillo en la calle, pateé una botella, escuché la música muy alta, rompí más de una copa contra la pared. En momentos de impotencia y bajón, estrellé el celular contra un muro, lloré sin…

La dulzura de tu mirada podría convertirse en el peor de los glaciares, pero también se vuelve de porcelana al toparse con mis ojos. Al igual que mis manos, cuales frías como el hielo, se transforman en volcán al rozar el deseo de tus propios deseos, clamando en perfecta sinfonía, la cercanía de mis caricias. Un sinfín de ganas acumuladas revientan contra tu sonrisa, como el agua rompe contra la roca. No es fácil amarte, como tampoco es sencillo quererme, más sin embargo, caminando al filo de aquellos estrechos peldaños, pude tambalear con miedo, resistí fuertes tormentas y el viento intentó mil veces tirarme, momentos inciertos lloraron conmigo lágrimas de…