®️ Hagamos un prefacio
Entre mis dedos bailotea un deseo y entre tus labios se sostiene un credo… Maldición o bendición de una entrega esperada, de una madrugada postergada y el silencio sonriendo ante una afirmación tardada…
La tibieza recorre tus pechos, el fuego se posó en tu mirada, un volcán aguarda la concupiscencia de momentos indiscretos, mientras duerme tranquilo en el atardecer de tu cuerpo, tus manos me desean, tu espalda provoca la redención de mi boca, tu pelo desafía mis ansias y tus piernas aprisionan un anhelo…
Mis sentidos se reencuentran con tus besos, mi delirio camina tus entrañas, mis caprichos van sintiéndose presos, mi pasión descubre tus hazañas.
La danza del sexo comienza su juego, las manos resbalan por miedo al encuentro, las pieles reclaman un instante bohemio y un latido se esfuma para palpitar en tu centro.
Se escapa un suspiro, un deseo, un gemido, se estrechan los cuerpos, se hunde el silencio, se detiene la vida, me aferro al destino, se escabulle la consciencia, te beso callado, me besas despacio, y comenzamos sin querer, de nuestra entrega el prefacio.
Escribimos la historia con la esencia de un orgasmo y se mezcla mi sudor y tu entusiasmo. Un beso tierno sella el final de un combate natural, una cama, una intención y en nuestras miradas…, la más dulce y salvaje redención…
Rostro Enmascarado
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